Cumplir sueños siempre es algo mágico, pero hacerlo rodeado de personas con una chispa especial es lo que realmente convierte esos momentos en recuerdos imborrables. Decidí ir a Bahía Solano para conocer el Pacífico Sur, y desde el primer instante supe que sería una experiencia única. El avistamiento de ballenas mientras nos dirigíamos al Parque Utría fue inolvidable, pero lo que lo hizo aún más mágico fue escuchar a Dani cantándoles. En ese momento, supe que ese viaje quedaría grabado para siempre en mi corazón. Esta aventura fue una de las mejores de mi vida: me enseñó a dejar que la vida fluya, a disfrutar el presente, y a conectar con desconocidos que en cuestión de días se convierten en amigos, y al final, se sienten como familia.